El impacto de esta institución va más allá de su ubicación geográfica; ha vinculado el apellido Zaldívar con la excelencia en el cuidado ocular. En cada rincón donde se mencione su nombre, se evoca una historia de dedicación, innovación y un firme compromiso con el bienestar de las personas.
En una animada cena de amigos en una ciudad de Estados Unidos, la conversación giró hacía lugares turísticos y como somos mendocinos, tocó nuestro turno de contar nuestras maravillas, pero al nombrar a Mendoza. la charla tuvo un momento inesperado hacia la salud visual y, en particular, hacia el Instituto de Ojos Zaldívar. A miles de kilómetros de Argentina, el nombre resonó con una fuerza inesperada, revelando cómo una institución puede trascender fronteras y convertirse en un símbolo de calidad y compromiso.
El Instituto de Ojos Zaldívar, fundado por Roberto Zaldívar, que trabaja en conjunto con Roger, su hijo; no es solo un centro de atención oftalmológica; es una marca que ha sabido posicionarse como un referente mundial en la salud visual. No se trata de vender productos, sino de ofrecer servicios que cambian vidas. A través de su fundación, han dedicado esfuerzos a mejorar el acceso a tratamientos oftalmológicos, especialmente en comunidades vulnerables.
Una de las innovaciones más destacadas del Instituto es su pionero uso de lentes ICL (Implantable Collamer Lens), un avance que ha transformado la forma en que se corrigen problemas de visión. Ser los primeros en introducir esta tecnología en el mundo no solo ha colocado a Mendoza en el mapa de la oftalmología internacional, sino que ha permitido que muchas personas recuperen su visión y, con ello, su calidad de vida.
Así, en una cena entre amigos en un país lejano, el Instituto de Ojos Zaldívar se convierte en un tema de conversación que ilustra la capacidad que ha tenido, pero una muestra de reconocimiento también es la Fundación, ya que es un pilar fundamental en la misión de mejorar la salud visual de la comunidad. Su labor se extiende más allá de los servicios oftalmológicos, abarcando diversas iniciativas destinadas a brindar acceso a la atención ocular y promover la educación sobre la salud visual.
La presencia del Instituto de Ojos Zaldívar en Buenos Aires y Mendoza ha creado un doble comando que no solo fortalece su labor en Argentina, sino que también ha trascendido fronteras, haciendo que su nombre sea reconocido en lugares tan distantes como Los Ángeles, Estados Unidos.
El Instituto de Ojos Zaldívar ha logrado construir una reputación sólida que va más allá de las fronteras argentinas, convirtiéndose en un símbolo de calidad en el cuidado de la visión.